Curiosidades

¿Qué es Reiki y qué ocurre en una sesión?

Reiki es una técnica de canalización y transmisión de energía vital a través de la imposición de manos, que se utiliza para obtener paz y equilibrio en todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritual.

Reiki es una palabra sánscrita que significa REI, energía universal y KI, energía vital.

Actúa en profundidad yendo a la raíz del problema físico o emocional, permitiendo que la emoción o el patrón de conducta que ha creado el desequilibrio, se manifieste y sea sanado.

Puede usarse también, combinado con tratamiento alopático, homeopatía, reflexología, etc.

Además ayuda al crecimiento personal y a la expansión de nuestra conciencia.

La terapia Reiki pueden recibirla todos los seres humanos (adultos sanos, enfermos, embarazadas, niños y bebés), incluso los animales y las plantas.

Es una terapia complementaria a la medicina convencional y terapias psicológicas reconocida por la Organización mundial de la salud (OMS).

¿Para qué sirve?

A lo largo de nuestra vida se producen bloqueos internos que dificultan la circulación de la energía, por ello a veces nos sentimos desarmonizados.

Cuando nuestra energía vital (Ki) es fuerte, nosotros estamos física, emocional, mental y espiritualmente sanos. Cuando nuestra energía vital está en un nivel muy bajo, podemos desequilibrarnos o enfermarnos en varias formas. Una de las maneras en que podemos reabastecernos de Fuerza Vital es usando Reiki.

Es una técnica Holística ya que armoniza y desbloquea todos los planos del ser humano, físico, mental, emocional y espiritual. No agrede al cuerpo de ninguna manera y tampoco crea adicción ni efectos secundarios o colaterales ya que no se utilizan sustancias químicas ni elementos extraños al cuerpo sino solo la energía de vida que está presente en todo ser vivo.

Se puede utilizar para:

  • Liberar emociones reprimidas
  • Aumentar el nivel energético, proporcionando vitalidad física y anímica
  • Revitalización orgánica y rejuvenecimiento de todo el organismo
  • En la mayoría de los casos Reiki aumenta los efectos de un tratamiento médico cuando se usa en unión con él, nunca reemplazando a éste
  • Provocar un estado de relajación reduciendo o eliminando la ansiedad
  • Aliviar el sufrimiento así sea físico, emocional, mental o espiritual
  • Eliminar el estrés diario al que somos sometidos por las exigencias de la vida actual
  • Migrañas, depresión, dolores menstruales, estreñimiento
  • Limpiar el organismo y la mente de todo tipo de toxinas
  • En el caso de pacientes en fase terminal, puede dar alivio tanto a la persona afectada como a su grupo familiar
  • Embarazo y post parto
  • Facilitar el sueño y disminuir el abatimiento
  • Trastornos alimentarios (bulimia y anorexia)
  • Puede ser usado para ayudar animales y plantas

Para acceder a Reiki no hace falta estar enfermo. Cualquier persona que siente que “hay algo más” y no sabe qué, y no le encuentra mucho sentido a las cosas que hace en su vida cotidiana, puede encontrar su razón de ser y estar en esta vida a través del Reiki.

A través de este método, hacemos que nuestro cuerpo se vuelva más sano, el pensamiento se vuelva más calmado y aumentemos la alegría de vivir.

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Una sesión de Reiki

Una sesión puede durar aproximadamente cuarenta y cinco minutos y el paciente permanecerá acostado en una camilla, descalzo y vestido. Durante la sesión se utiliza música suave y aromas como incienso o esencias (aromaterapia).

Se colocan las manos sobre una serie de ubicaciones en el cuerpo y la Energía Reiki fluye.

Durante un tratamiento, se siente una relajación profunda, una gran sensación de paz. Muchas personas se quedan dormidas, cosa que no influye para nada en el resultado final; algunas sienten un cosquilleo, calor o frío en diferentes partes del cuerpo según fluye la energía; otras personas ven colores, experimentan una sensación de “flotar” o sienten emociones que salen a la superficie y otras no sienten nada y no por ello el Reiki no está funcionando.

Se pueden hacer sesiones individuales para obtener una profunda relajación y sensación de bienestar momentáneo o bien el tratamiento de cuatro sesiones donde se trabaja más a fondo para sacar al paciente de algún estado de desarmonía.

Al finalizar este tratamiento se podrán tomar sesiones individuales con la frecuencia que el paciente necesite

Se aumentan tu energía y tus ánimos, dándote un punto de vista más positivo sobre la vida. Situaciones anteriores de estrés parecen no preocuparte como antes.

Muchos pacientes, tras recibir sus primeras sesiones, experimentan unos cambios que pueden resultar molestos. Es habitual que en los días siguientes a la sesión se puedan tener sensaciones de náuseas, vómitos, diarrea, dolor de garganta o simplemente se pase una semana enfadado o de sentimientos a flor de piel. Entonces esta persona piensa que el Reiki le ha ido mal y que está peor que antes de empezar las sesiones. Esto es lo que se llama una crisis de sanación.

¿A qué llamamos una crisis de sanación?

Una crisis de sanación es un proceso que se activa en nuestro ser, mediante el cual nuestro cuerpo físico libera toxinas acumuladas en nuestros órganos y nuestro cuerpo mental-emocional libera emociones o pone de manifiesto patrones de pensamiento que nos son nocivos.

Síntomas mentales-emocionales:

  • Ira
  • Tristeza
  • Miedo
  • Odio
  • Ansiedad

Síntomas físicos:

  • Incremento del sudor
  • Incremento de la orina
  • Incremento de las evacuaciones
  • Sarpullidos
  • Vómitos
  • Síntomas de resfriado o gripe
  • Dolores de cabeza
  • Fiebre
  • Dolores del pasado

Cada persona responde al tratamiento de una manera distinta. Por lo general para sufrir una crisis de sanación se debe realizar un tratamiento de varias sesiones donde la persona se limpia a fondo de los bloqueos.

Cuanto más largo sea un tratamiento de Reiki más completos y duraderos serán sus efectos.

Una sesión, por ejemplo, actúa sobre las consecuencias y resuelve problemas puntuales, por el contrario, el Reiki aplicado planificadamente y sin prisas se orienta hacia la causa de los males y armoniza al individuo y su globalidad.

En estos casos el agravamiento aparente remitirá al cabo de dos o tres días, pero suele ser conveniente realizar más sesiones.

Además, hay que tener en cuenta que un tratamiento integral afecta al conjunto del cuerpo, mente y espíritu.

Alguien puede visitar a un reikista para sanarse de una dolencia y al final del tratamiento haber cambiado totalmente de comportamiento, de modo de pensar o de forma de relacionarse con los demás. Esto se debe al reequilibrio emocional y mental que Reiki produce.

Mediante el Reiki se reviven acontecimientos pasados que muchas veces son desagradables y producen sentimiento de angustia, miedo, abandono o rechazo. Manifestar las emociones es necesario para limpiar el alma y liberarla energéticamente, pero da lugar a esas crisis emocionales que llamamos “catarsis”.

Cuando la energía desencadena estos fenómenos traumáticos también conocidos por los reikista como “removidas”, el paciente no debe asustarse y abandonar la sesión sino por el contrario, reafirmar su confianza en el poder del Reiki.

 

 

 

Fuente: Terapia Reiki

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