Para tener hijos independientes y seguros de sí mismos, lo más importante viniendo de las madres y los padres tanto como de cualquiera quien sea tutor, es brindarles una crianza respetuosa desde que nacen hasta que se convierten en adultos.
Lo fundamental y el mayor principio de este tipo de crianza es entender el por qué de su comportamiento, lo que sienten, lo que piensan, lo que esperan o necesitan, por sobre todo la empatía, darles una atención integral y mucho amor, señala Berna Iskandar, especialista en el tema.
Al guiar a nuestros hijos bajo los principios de la crianza respetuosa, estaremos seguros que se convertirán en seres humanos emocionalmente seguros, físicamente sanos, mentalmente bien desarrollados.
Es muy importante también que crezcan en un ambiente sin etiquetas. Los niños deben crecer libres en un entorno sin juicios, de esta manera tendrán una mejor aceptación de sí mismos.
Estos son los principios básicos que se basan en una crianza respetuosa.
- Es muy importante que se trate a los niños como a iguales, como nos gustaría ser tratados. No hacer al niño lo que no nos gustaría que nos hicieran. Autoridad ganada mediante el respeto a la integridad del niño como persona, no impuesta mediante el miedo, amenazas, coerciones.
- Si tu hijo llora, algo te quiere comunicar, desde una necesidad hasta una molestia, no lo hace para manipular. Nunca lo ignores.
- Cargar a los niños nunca es malo. El contacto es básico para darles seguridad, amor, protección y mejorar su desarrollo cognitivo.
- Tratalos con amor y respeto, eso no los hace malcriados. Les ayudará a que logren sus objetivos y a tener un buen autoestima. Sólo recordá que los límites respetuosos son fundamentales.
- Respeta su desarrollo físico y cognitivo. Nunca los obligues a hacer algo que los niños o niñas no quieran o que no puedan. Ellos tienen su propio ritmo. Acompáñalos en su proceso.
- Favorece los límites y disciplina razonable, no punitiva, flexible, democrática, humanizada, respetuosa de los derechos del niño.
- Es muy importante también que crezcan en un ambiente sin etiquetas. Los niños deben crecer libres en un entorno sin juicios, de esta manera tendrán una mejor aceptación de sí mismos.
- Déjarlos jugar, experimentar y moverse libremente, es necesario para su desarrollo y aprendizaje.
Más allá de tener en claro que no hay manuales de crianza, con la práctica de estos principios, tus hijos serán capaces de valorarse a sí mismos y relacionarse con los demás con respeto, dignidad, altruismo, compasión, paz y armonía, íntegramente.
Fuente: Revolución Mamá
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