Su música
París cuenta con numerosas salas de conciertos como el mítico music-hall Olympia, otros como Le Trianon, La Maroquinerie, o los clubes de jazz Au Duc des Lombards, New Morning y Caveau des Oubliettes.
Los grandes conciertos de música clásica los disfrutarás en La Philharmonie, el Théâtre des Champs-Élysées, en las diferentes iglesias como Saint-Merri, la Sainte-Chapelle, la Madeleine o incluso en el Château de Versailles.
Su bollería y pastelería
Nada como hincarle el diente a un croissant de mantequilla parisino, un pain au chocolat que se deshace en mil láminas a cada bocado, un cremoso pastel Saint-Honoré, un macaron o un suculento Paris-Brest. No dejes de pasar por la Pâtisserie Yann Couvreur; por la Maison Gérard Mulot, porPain de Sucre o la nueva pastelería del chef pâtissier Cédric Grolet del Hotel Meurice.

Su historia
Allá donde vayas te toparás con el recuerdo de un evento histórico, una estatua de un personaje influyente, la memoria de un acontecimiento, el souvenir de un escritor, una placa de conmemoración y millones de anécdotas.
Las sillas de sus jardines
Uno de los mejores inventos de sus bonitos parques son sus reconocibles sillas verdes, que puedes mover a tu antojo, para dirigirlas hacia tu vista favorita, la fuente más refrescante o ese rayo de sol tan esperado.
Descubre el Jardín de Luxemburgo, el de las Tullerías o el íntimo Jardin du Palais Royal, ya sea en solo para una pausada lectura, o en pareja para un momento romántico.

Sus anticuarios
París es el paraíso de las antigüedades de todas las épocas y de los objetos decorativos vintage de cualquier estilo. Podrás perderte por sus múltiples anticuarios y mercadillos para buscar esa pieza de decoración tan deseada que ha tenido varias vidas antes de llegar a tus manos.
Sus apetecibles picnics
Con la llegada de la primavera se abre la temporada campestre del pique-nique y todas sus praderas se visten de mantelitos y copas… Incluso existen empresas que lo preparan a tu gusto y te lo llevan al rincón que más te apetezca para un Déjeuner sur l’herbe.
El hotel Le Bristol, propone paniers de pique-nique muy chic con mantita, cubertería y vajilla. La bonita cesta guarda un menú confeccionado por su chef Eric Frechon, a base de crujiente de verduras, queso de cabra al acetite de oliva con hierbas, caviar de Sologne con blinis, bogavante bretón con gazpacho y guacamole y para terminar Ossay Iraty con confitura de cerezas negras, un fraisier del chef Julien Alvarez, dulces y chocolates

Sus mercados
Cada barrio tiene el suyo y todos gozan de un apetecible ambiente bon enfant. Además, los días soleados los “bobós” se precipitan a algunos mercados como el del boulevard Richard Lenoir, donde se acodan en sus stands de ostras que acompañan con un vino blanco o en sus puestos de comida preparada, tradicional o exótica.
Su moda
París respira moda, por algo el mito del allure de la parisienne sigue latente. Si eres un fashionistate regodearás con el espectáculo de la Semana de la Moda, ya sea con los desfiles de las elegantes maisons de mode como con el vaivén de los modelitos más sofisticados de street style.
El resto del año te inspirarás con sus soberbias boutiques y con el je ne sais quoi de las parisinas que te cruzarás en las terrazas.
Su iluminación
Dar un paseo nocturno por el centro París es como flotar; su perfecta iluminación consigue sublimar aún más sus grandiosos monumentos dándoles aspecto de irreal, como si se tratase de un decorado de película.
Haz une balade a media noche por la silenciosa cour Carré del Museo del Louvre, atraviesa alguno de sus impresionantes puentes como el Pont des Arts, o el Pont Neuf o bordea la orilla del Sena.

Su sentido de la estética
Sus cafés, restaurantes y comercios son inspiradores, consiguen convertir un garito decrépito en un estiloso bar sirviéndose de unas luces, un poco de música y un par de estudiados objetos colocados estratégicamente.
Sus floristerías no preparan estridentes ramos de flores con mezclas de tonos imposibles envueltos en celofán y cintas de colores a modo de carnaval. Los floristas parisinos tienen un gusto exquisito y crean maravillosos bouquets, de delicadas flores secas como los de Une Maison dans les arbres o silvestres y frescos como los de Bergamotte.
Sus bibliotecas
Quedarás embelesado con las salas de lectura de la Sainte Geneviève; la Bibliothèque Mazarine, la biblioteca pública más antigua de Francia; la majestuosa BNF de la rue Richelieu de mediados del siglo XVI; o la Bibliothèque interuniversitaire de la Sorbonne del siglo XVIII.

Su romanticismo
A pesar de vivir años en la ciudad del amor, te seguirán conquistando las estrechas callejuelas con luz tenue de sus barrios más antiguos, los paseos por sus jardines, la maravillosa vista de la Plaza de la Concordia al atardecer o la bucólica Île-Saint Louis con un melódico acordeón de fondo…
Y tras unos años, puede que encuentres al amor de tu vida, un prince charmant parisien que conquiste tu corazón y te diga je t’aime mon amour.
La mayoría de las fotos no pueden verse! 🙁
Astrid, gracias por notificarnos el problema.