Vida saludable

No hay límite de edad para iniciarte en el deporte

¿Yo, a mi edad? ¿Yo que nunca he hecho ejercicio? ¡Pero si me veo ridículo! La edad no te condiciona, lo que te condiciona es tu actitud. Bueno, y tu falta de confianza en ti mismo así como tus ideas limitantes. ¿Basadas en qué? En juicios de valor, o mejor dicho, en prejuicios. Porque no se puede tener un juicio de valor válido sobre algo que no se ha intentado. Atrévete, prueba y luego ya decides.

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¿Deseando ver tu cuerpo más ágil, más fuerte, más delgado? ¿Deseando sentir la misma pasión que irradia tu compañero de oficina cuando habla de la maratón corrida y de cómo se la ha preparado? La inseguridad y la baja autoestima llevan a perder oportunidades antes de ponerse a prueba.

Tenemos edad para aprender algo nuevo toda la vida, siempre desde la prudencia y el consejo de un profesional con rigor.

Evidencia científica

¿Cuál es la prueba científica que demuestre que tú no podrás correr, nadar, apuntarte a una carrera y disfrutar como lo hacen otros? Lo que cuentan son los argumentos, no las percepciones subjetivas que sacas tú antes de tiempo. En lugar de darle tanta vuelta a lo que puede fallar o a lo que crees que no serás capaz, trata de realizar el ejercicio contrario. Y si es por escrito, mejor.

Ejemplos propios de superación

Estoy segura de que esta no es la primera vez que rompes tus propias barreras, que superas tus excusas o que eres capaz de comprometerte con un objetivo a priori complicado. Tira de éxitos, ¿los recuerdos? Dedicamos poco tiempo a analizar nuestros éxitos. Los damos como válidos, sin más, a veces sin sentirnos orgullosos de ellos. Y ya sabemos que el cerebro solo fija aquello con lo que se emociona. Si no te emocionas y recreas en tus éxitos es complicado que tu mente se acuerde de ellos, y por tanto que tengas una imagen positiva y exitosa de ti frente a lo nuevo.

Tenemos capacidad de aprendizaje durante toda la vida

Es decir, tienes la facultad de comprender, repetir y organizarte. Tu cerebro, con cada nueva actividad, se estimula y rejuvenece. No necesitas nada más. Y deberías saber que, si al final te inicias en el ejercicio, tu cerebro rejuvenecerá todavía más. Porque la actividad física pone en modo on a tus neuronas, facilitando la neurogénesis, que es la creación de nuevas neuronas a partir de células madre. Tendrás un cerebro activo y muy ramificado.

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Cultiva tu paciencia

Es cierto que a partir de una edad perdemos facultades, pero esto no significa que no podamos conseguir nuevos propósitos. Solo que necesitamos otro ritmo y más paciencia. Si a la primera agujeta, sobrecarga o torpeza, decides que esto no es para ti, entonces de verdad que no será para ti. Pero realmente es para todos. Para todos aquellos que no tengan prisa.

Tranquilo, tenés todo el tiempo del mundo

¿A ti te han comunicado, oficialmente, qué día te vas a morir? No, ¿verdad? Entonces no sabes si te quedan 15, 30 o 40 años por delante. Pensar que ya no tienes edad sin saber cuánta edad te queda es algo incoherente. Aventúrate. Iniciarte en el ejercicio con 50, si te quedan 40 años por delante de vida… es casi la mitad de tu vida. ¿A que ahora ya no pareces tan mayor?

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Buscá tus “para qués”

¿Cómo mejorará tu vida si das el paso de empezar a planificar y actuar conforme a tu objetivo? ¿Para qué quieres correr? Cuantos más “para qués” encuentres, mayor será tu motivación interna y externa.

Deja de perder el tiempo pensando. Llevas demasiado tiempo pensando, puede incluso que años o toda la vida, en todas las dificultades y en todas las excusas, y ninguna de ellas te ha llevado a actuar. Y hasta ahora te ha servido para poco. Actúa. Poco a poco, sin prisa, con errores, pero actúa.

La experiencia es un grado

Muchos aprendizajes o metodologías son generalizables. Es decir, aquello que te sirvió para aprender un idioma puedes utilizarlo para aprender un deporte. La diferencia está en el contenido, pero no en las formas: tu organización, tu disciplina, la motivación, mantenerte positivo…
Un objetivo, a priori exigente o difícil, está al alcance de casi todos. La diferencia está en la ilusión, la curiosidad, el esfuerzo y el humor que cada uno le pone para poder alcanzarlo. ¡Bienvenido a tu nueva vida activa!

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