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Cuáles son los trastornos alimentarios menos habituales y cómo identificarlos

Los trastornos alimenticios son problemas graves que afectan tanto a la salud física como psicológica de quien los padece. Mantener esta situación en el tiempo puede llevar a desarrollar graves patologías y es por eso que es muy importante indentificarlos a tiempo para iniciar lo antes posible el proceso de recuperación.

Todos hemos escuchado hablar de la anorexia o de la bulimia, sabemos identificarlos y nos hacemos una idea de cómo hay que reaccionar cuando alguien de nuestro entorno cercano amenaza con caer en ellos, pero por desgracia existen otros trastornos menos conocidos y que pueden llegar a ser igual de peligrosos. Échale un ojo a este listado y recuerda que si identificas alguno de esos síntomas en un ser querido el primer paso es acudir a los profesionales médicos.

1. Ortorexia

Se trata de una obsesión por comer lo más sano posible, la palabra proviene del griego: ortho, justo, recto, y orexia, apetencia; algo así como comer con rectitud. El problema de esta patología procede que, al obsesionarse con comer solo alimentos saludables, el enfermo termina llevando una dieta baja en algunos nutrientes esenciales ya que su obsesión por no tomar grasas o determinados grupos alimentarios como los hidratos hace que estos no sean sustituidos de forma adecuada y se acaben padeciendo problemas como anemias, bajo peso, hiper o hipovitaminosis, hipotensión, osteoporosis, etc.

¿Por qué es diferente a la anorexia?

La raíz del problema psicológico es diferente, mientras que la anorexia subyace el miedo a engordar y por eso se deja de comer; en el caso de la ortorexia, la reducción de la ingesta alimentaria proviene de una obsesión por no comer alimentos que no sean saludables y de identifiar como saludables a un grupo muy reducido de estos. No se trata de un miedo a engordar sino de un temor a llevar una alimentación peligrosa y a alejarse de una elección de alimentos equilibrados y saludables, no le preocupa la cantidad de comida ingerida sino la calidad de la misma. En cambio, como muchos de estos pacientes reducen muchísimo los grupos alimentarios que consideran saludables, las consecuencias físicas pueden ser parecidas a las de la anorexia, pero se trata de 2 trastornos cuya obsesión de partida no es la misma.

Síntomas

  • Dedican más de 3 horas al día en pensar sobre una alimentación saludable
  • Sentimientos de culpa cuando no cumplen con su plan dietético y rompen así sus convicciones alimentarias
  • Aislamiento social provocado por el miedo a comer fuera del ambiente controlado de su casa
  • Planificación excesiva de sus rutinas alimentarias
  • No les interesa el sabor o el placer a la hora de consumir comisa, solo les importa su calidad nutricional

2. Diabulimia

La diabulimia es un trastorno que se da en personas insulino dependientes, con diabetes tipo 1, que para no engordar o intentar perder peso no se inyectan las dosis necesarias de insulina ya que la identifican como la causante de sus problemas de peso, es decir, reducen u omiten la dosis que les tocaría para conseguir un adecuado control glucémico.

¿Por qué consiguen adelgazar con este método?

Cuando una persona con diabetes tipo 1 no segrega la insulina necesaria, la glucosa en lugar de almacenarse como fuente de energía o ser empleada, pasa automáticamente a la sangre y de ahí se eliminaría por la orina, de esta forma se estaría evitando la posibilidad de almacenar grasa extra en algunas ingestas consiguiendo bajar de peso, pero esto a su vez es una práctica muy peligrosa con mucha consecuencias negativas para la salud.

¿Por qué es tan peligrosa?

La diabulimia genera consecuencias similares a no tratar la diabetes tipo 1: infecciones, daños renales que podrían derivar en dálisis, problemas en la retina que podrían conducir a la ceguera, pie diabético, neuropatías, etc. Además, esta patología triplica el riesgo de mortalidad por la diabetes tipo 1 y reduce la esperanza de vida a los 45 años.

Síntomas

  • Hemoglobina glicosilada siempre alta
  • Hospitalizaciones frecuentes por cetoasidosis diabética
  • Resultados poco fiables delos controles de glucemia o ausencia de estos
  • Cambios de peso cuyo origen se desconoce
  • Amenorrea (ausencia de regla) o menstruaciones irregulares
  • Preocupación excesiva por el peso y una percepción negativa de la imagen corporal. Pueden llegar a pesarse incluso varias veces al día
  • Ayunos acompañados posteriormente de atracones, es decir, una conducta alimentaria errática
  • No les gusta ponerse insulina delante de otras personas
  • Acopio de alimentos motivado por la desnutrición que genera la falta de insulina, que a su vez conlleva una gran sensación de hambre
  • Depresión, ansiedad y cambios de humor

3. Pregorexia

La pregorexia es conocida como la anorexia de las embarazadas. La padecen aquellas mujeres que durante su embarazo tienen un miedo irracional a aumentar de peso y esto les lleva a limitar mucho la ingesta calórica y a una práctica desmedida de ejercicio físico. Si bien es habitual encontrar este trastorno entre aquellas mujeres que padecieron anteriormente anorexia o bulimia, también puede desencadenarse sin que la mujer haya padecido ninguno de estos trastornos en el pasado.

Síntomas

  • Disgusto cuando tiene que hablar del proceso del embarazo
  • Negación ante le hecho de que el cuerpo tenga que cambiar necesariamente a causa del embarazo
  • Obsesión por el peso y por las comidas
  • Ingesta muy reducida de nutrientes
  • Práctica desmedida de ejercicio físico
  • Peso por debajo del habitual en ese periodo del embarazo, (lo normal es que una mujer engorde entre 13 y 18 kg a lo largo del embarazo)

Riesgos

Para la madre:

  • Desnutrición
  • Disminución de la masa muscular
  • Carencia de vitaminas y minerales
  • Irritabilidad y cambios de humor
  • Problemas en la piel
  • Alteración de la lactancia materna (la leche no será lo suficientemente nutrititiva)

Para el bebé:

  • Alteraciones neurológicas (no llegan los suficientes nutrientes para que se desarrolle el cerebro del niño de forma saludable)
  • Posibles malformaciones
  • Retraso del crecimiento y desarrollo fetal
  • Alteraciones respiratorias o digestivas
  • Más riesgo de obesidad porque el metabolismo se acostumbra a trabajar con muy pocos nutrientes por lo que es más proclive que desarrollen un metabolismo ahorrador
  • Muerte fetal por problemas derivados de la carencia de nutrientes.

4. Drunkorexia

Este trastorno está relacionado con el alcoholismo y consiste en sustituir las calorías de los alimentos por las de las bebidas alcohólicas con el objetivo de evitar que el alcohol les haga subir de peso. Está muy extendido sobre todo entre los más jóvenes, es bastante habitual escuchar en un grupo de adolescentes aquello de «no voy a cenar hoy porque esta noche voy a beber y así compenso las calorías», cuando hábitos parecidos se repiten varias veces a la semana o incluso una vez a la semana o varias veces al mes, estaremos hablando de un trastorno serio ya que además de las consecuencias negativas que la ingesta de alcohol tiene en el cuerpo, deberemos sumarle los efectos aún más perniciosos de esa ingesta en un cuerpo ya de por si desnutrido.

Efectos negativos para la salud

  • Beber con el estómago vacío es aún más peligroso, ya que hace que bebas más rápido y que se reduzca tu autocontrol. También aumentará mucho más rápido la cantidad de alcohol en sangre, lo que favorecerá el riesgo de daños cerebrales
  • Problemas cognitivos motivos tanto por el abuso de alcohol como la restriccion calórica: dificultad para concentrarse y tomar decisiones
  • Riesgo añadidos para la salud del abuso del alcohol: violencia, sexo sin protección, coma etílico, accidentes de tráfico, enfermedades crónicas de riñón, hígado o corazón, e incluso algunos tipos de cáncer

5. Vigorexia

La vigorexia es un trastorno que consiste en que las personas que la padecen están obsesionadas con que son demasiado pequeñas y su musculatura no está suficientemente desarrollada, cuando normalmente se trata de individuos con un buen tono muscular y que entrenan muchísima musculación. Aunque normalmente cuando pensamos en este trastorno lo asociamos más con la obsesión de entrenar lo máximo posible para desarrollar músculo, también es un trastorno alimentario porque además de un cuidado obsesivo y peligroso por sus rutinas de entrenamiento también reducen la ingesta de las grasas al mínimo e incrementan de forma desmedida la de proteínas e incluyen drogas peligrosas como los esteroides para que les ayuden a generar más músculo.

Riesgos

  • Músculos, articulaciones y tendones dañados
  • Baja autoestima y depresión
  • Malas relaciones con el entorno
  • Interferencia con el trabajo y los estudios
  • Incapacidad para relajarse sin preocuparse constantemente sobre el juicio de los demás
  • Efectos peligrosos de los esteroides y otras drogas de culturismo

 

 

 

Fuente: Sportlife

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