Domingo de otoño por la tarde y nuestro antojo por lo dulce y calentito aumenta!
No es raro que en otoño e invierno se nos aumente el apetito por las comidas calóricas y potentes. Si a este combo le sumamos una tarde de domingo en casa, con peli de por medio en el sillón, no se puede tener mejor plan que merendar churros, y claro, acompañados por una buena taza de chocolate caliente, por que si lo hacemos, ¡Lo hacemos completo!.
Pero ahora bien, llega nuestro día de descanso y muchas veces no tenemos ni ganas ni fuerzas para ponernos a realizar grandes platos. Por eso creeme, si hablamos de algo rico, fácil, rápido y con cosas que seguramente tenés en tu casa, hablamos de esta «merienda ideal».
Veamos que necesitas:
- 300 g. harina de trigo todo uso
- 440 ml. de agua
- 1 cucharadita de sal (5 gramos)
- Azúcar para espolvorear
- Aceite de oliva suave para freír
- Papel absorbente de cocina
- Una churrera manual o una manga pastelera con boca fina
Pasos a seguir:
- Ponemos la harina en un bol amplio.
- En una cazuela calentamos el agua con la sal. Cuando empiece a hervir la vertemos directamente y de una sola vez sobre la harina. Con una cuchara de madera integramos la harina con el agua. Nos quedará una masa muy pegajosa y bastante compacta.
- Ahora vamos a introducir esta masa en una churrera o manga pastelera. Este paso es fundamental para que los churros salgan bien y no tengan problemas a la hora de la fritura. La churrera compacta la masa y elimina el aire. Esto evita que los churros luego nos salten en el aceite, por eso es un paso muy importante.
- Vamos haciendo las porciones de churros con la masa cruda sobre un paño de cocina. Ponemos al fuego una sartén con abundante aceite. Cuando esté caliente introducimos las porciones de masa para freír. Cocinamos a fuego medio para evitar que queden crudos por dentro.
- Una vez fritos los ponemos en una bandeja con papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
- Servimos espolvoreados de azúcar.
Así de de simple y así de rápido podrás disfrutar de un manjar. Como te decía: los churros no tienen mejor acompañamiento que una buena taza de chocolate caliente.
¡Que lo disfrutes y felíz domingo!
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