Marketing

Bitácoras de Viaje: Viajar sin boleto de regreso ¿Qué tan difícil es tomar la decisión?

Somos Lorena y Nery, una pareja de Argentinos de treinta y pico que hace algo más de ocho meses viajamos por el mundo, y la pregunta es siempre la misma. O mejor dicho, la respuesta, en la cara de las personas, cuando les contamos que no tenemos un pasaje de vuelta a Argentina, ni sabemos cuando vamos a volver.

¿Por donde comenzar a contar de nuestra aventura? Bueno, por nosotros. Oriundos de Córdoba y Río Negro, nos conocimos trabajando en una ONG de jóvenes un tiempo atrás y un par de años más tarde nos unió la incomodidad de la rutina y un sueño de salir a recorrer el mundo de una manera poco convencional. Para ese entonces vivíamos en un departamento alquilado en Buenos Aires, y quien sabe porque, empezamos a hablar de Dinamarca como nuestra primer opción. Quizás consiguiendo un laburo por adelantado y viviendo unos años allá, pero a medida que la idea evolucionaba, deshicimos todo plan.

¿Somos los únicos? Y, la verdad que no. Si uno se pone a explorar un poco, es increíble la cantidad de personas, jóvenes y no tan jóvenes, parejas, hombres y mujeres solas y hasta incluso familias, que están viajando por el mundo viviendo de una forma distinta a la tradicional. Lo que al principio se puede parecer a una locura no es tan así, o al menos estamos acompañados por muchos otros locos, los suficientes como para los psiquiatras tengan trabajo por unos cuantos años.

A la hora de decidir el cómo, vimos que existían otras maneras de viajar sin tener que mudar nuestra rutina a otro país: comprar una camioneta y recorrer latinoamérica, cuidar casas y mascotas mientras los dueños están de vacaciones (House Sitting), sacar visas de un año para trabajar en otros países (Working Holiday visa), hacer voluntariados sociales, estudiar un postgrado o un idioma en otro país, hacer voluntariados por unas semanas a cambio de alojamiento y comida (término conocido como Woofing), o sólo lanzarse a viajar haciendo dedo, durmiendo en casa de familias locales y trabajando en el camino. Inclusive encontramos una plataforma web para trabajar arriba de pequeñas embarcaciones familiares a cambio del alojamiento, comida, y claro, el transporte, entre un destino y otro. Opciones sobran.

Por nuestra parte, no estábamos contentos con nuestros trabajos, sentíamos que una gran parte de nuestro sueldo se iba en pagar el alquiler, los servicios, impuestos y transporte. Vivíamos todos los días la misma rutina, usando las pocas horas y energía restantes para hacer las cosas que de verdad disfrutábamos, o en cosas que queríamos aprender, pero era claro que no era algo sustentable en el tiempo. Y a medida que investigamos, encontrábamos más y más posibilidades en el mundo para trabajar en cosas que nos interesaba aprender y que a su vez abarataban el viaje y ampliaban las posibilidades de conocer mas lugares y aprender otras culturas desde adentro. ¿Que más necesitábamos para decidirnos?

El dónde y el cuándo igual seguían siendo un misterio, pero un domingo a la mañana, jugando un poco con algunas plataformas para vuelos baratos, encontramos un pasaje solo de ida con destino Madrid, España, y a 101 días de distancia, tiempo suficiente para renunciar a nuestros trabajos, ahorrar algo de dinero, vender todas nuestras cosas y comenzar con las despedidas. Como dato, solemos usar la aplicación Hopper o e-dreams, donde surja la opción más económica.

¡No hace falta decir que explicar las emociones vividas en el momento de la compra de ese pasaje queda fuera del alcance de nuestra capacidad de redacción!

¿Nos largamos así nomas? Sí y no. Es verdad que dejamos Argentina sin nada parecido a un plan de viaje, pero sí teníamos con nosotros el seguro médico por un año, pasaportes, chequeos médicos de última hora, vacunas por si llegábamos a ir a Asia o África (Fiebre Amarilla, Anti tetánica, Hepatitis, etc.) y un carnet de conducir internacional válido por un año.

Además, entrar al espacio Schengen en Europa (acuerdo de libre circulación entre varios países) no siendo ciudadano europeo puede ser algo difícil según tu nacionalidad y el destino al que arrives. Leímos que algunos países te solicitan, además de pasaportes, pasajes de retorno, seguro médico, reservas de hoteles, solvencia económica para la duración de la visita, y quién sabe qué más. El boletín de séptimo grado no lo descartamos como requisito.

Sabiendo esto, preparamos todos estos papeles antes de partir, la mitad mentira, como las reservas de hotel, ya que no sabíamos en realidad qué rumbo íbamos a tomar, pero allá fuimos con nuestro folio repleto de fotocopias.

Nada de esto fue necesario, pues nuestro vuelo hacia escala primero en Lisboa, y sólo nos pidieron pasaporte, seguido de un “bienvenidos a Portugal” y una invitaciòn a disfrutar de su ciudad.

No dejamos pasar la oportunidad, y nunca nos tomamos la última parte del vuelo a Madrid. ¡Con nuestras mochilas al hombro, salimos a conocer Lisboa!

Hoy, mirando atrás y recordando para contar nuestra historia, podemos decir que nos tardamos un buen tiempo en tomar la decisión. Quizás lo más difícil fue poner la fecha de viaje. Pero una vez que dimos ese paso, todo lo demás se fue dando solo.

Y claro que no hace falta irse a otro continente, ni siquiera tomar un avión o vender todo. Se puede empezar en tu provincia, en tu región. ¿Cuánto de Argentina conocés? ¿Cuánto de nuestra gente?

Lo importante es empezar. El primer paso, la decisión. Después, algo de información para no tener grandes sorpresas, y lo demás se descubre en el camino. El viaje es también incertidumbres. Quizás de eso están hechas las aventuras.

 

Próxima entrada: Portugal. Comienza la aventura.

2 comentarios

Clic para opinar

  • Felicidades por animarse a dar el gran paso y, como suele decirse por acá: «quemar las naves» para no retroceder (al menos no tan pronto).

    Yo estoy desde hace unos años planeando un viaje a Sudamérica sin brújula ni calendario, aunque aún no lo he iniciado, estoy cada vez mas cerca de hacerlo. Seguramente lo único que me lo impide he sido yo mismo.

    Seguiré con atención lo que nos vayan compartiendo.

    Un abrazo y los mejores deseos desde México!!

    • Kino, cómo estas? Nos Alegra saber que cada vez somos mas los que nos animamos a hacer lo que nuestro instinto nos dice y salir a explorar el mundo.

      Una vez que tenes el pasaje o estableces la fecha, la sensación de alivio, la adrenalina y la energía que gira a tu alrededor es indescriptible.

      Nada mejor que sincerarse con uno mismo y disfrutar de la vida a su manera. Esperamos novedades tuyas! Abrazo