Los seres humanos hemos transformado tanto la vida que los alimentos se parecen cada vez menos a su esencia original. La química ha invadido los procesos alimentarios y cada vez sabemos menos sobre lo que comemos.
Respetar los ciclos naturales de la vida en la producción alimentaria es la esencia del cultivo ecológico, que trata de minimizar el impacto humano en el medio ambiente. Si eres deportista seguro que te preocupa tu salud; entonces, ¿te sumas a esta forma de vida mucho más coherente, equilibrada y saludable?
Ya en 2014, el British Journal of Nutrition publicó un artículo que demostraba que la concentración de antioxidantes es mayor en los alimentos ecológicos y que la concentración de cadmio y pesticidas es menor.
En un cultivo orgánico se hace un uso responsable de los recursos naturales, se mantiene la biodiversidad, se realiza rotación de cultivos, se controla la calidad del agua y el suelo, se restringe mucho el uso de pesticidas químicos, fertilizantes sintéticos, antibióticos y otras sustancias, se prohíbe el uso de organismos modificados genéticamente, se utilizan abonos como fertilizantes y piensos producidos en las propias granjas, se usan especies de plantas y animales adaptadas al entorno y resistentes a las enfermedades.
En las granjas, los animales se crían al aire libre y se alimentan con forraje orgánico.
La producción orgánica no solo afecta al modo en que se realiza la agricultura, sino al procesamiento de alimentos, la distribución, el etiquetado, la venta y el control.
Vegetales, frutas, carne, alimentos infantiles, vino hecho con uvas orgánicas, cerveza, yogur, pasteles, pan, bollería, galletas, zumos de frutas, comidas preparadas, café y té… Cada vez hay más alimentos ecológicos. Sería genial que toda nuestra alimentación se basara en ellos, pero si no puede ser, aquí te dejamos la lista de las doce hortalizas y frutas con más riesgo de contaminación, que sí o sí deberías comer en modo ECO.
Alternativas: las frutas y verduras con menos pesticidas
Cebolla, aguacate, maíz, piña, mango, guisantes, espárragos, kiwi, repollo, berenjenas, melón, sandía y pomelo.
Las aguas de acuicultura ecológica deben estar libres de contaminantes, los peces deben alimentarse con piensos ecológicos y la proporción de agua debe ser del 99% por 1% de peces. Los procedimientos también deben ser respetuosos con el medio ambiente. Los pescados más comunes son lubina, dorada, corvina, lenguado, anguila y trucha; a ellos se añaden mejillones y camarones.
Si preparas platos en los que hierves cúrcuma o jenjibre, o especias como canela y pimienta negra, que sean de cultivo orgánico, ya que son concentrados de sustancias buenas y no tan buenas. Tras el hervido, es mejor evitar los conservantes, pesticidas y otros tóxicos típicos de agricultura sistemática.
Cuidado también con tubérculos como la papa, o la batata. Comemos una parte de la planta encargada de almacenar sustancias. En ellas se acumulan muchas sustancias de reserva y todas los químicos utilizados en los abonos, como pesticidas y fertilizantes. Por eso, mucho mejor de agricultura ecológica.
Evita los pollos hormonados, con altos índices de medicamentos y antibióticos.
Los huevos ecológicos proporcionan más omega 3.
Los pastos naturales proporcionan más omega 3 a la carne, pero atención a la acumulación de pesticidas (14 veces superior que en los vegetales). Importante también el control de antibióticos en las reses. La leche también concentra pesticidas (5,5 veces más que los vegetales), hormonas y factores de crecimiento. En 2016, un estudio de la Universidad de Newcastle confirmaba estos datos.
1. Supermercados con áreas bio: Cada vez es más común que los supermercados dispongan de zonas específicas de alimentos ecológicos.
2. Vida BIO: la regla de las 3 R: Reducir, reciclar, reutilizar. Bio es un concepto que traspasa las reglas de la alimentación. Se trata de capacitarnos para interiorizar una forma de vida saludable y ecológica en equilibrio con la naturaleza.
3. Mercados locales, especializados en alimentos orgánicos: Siempre que puedas, acude a un mercado local con productos de agricultores y ganaderos locales que garanticen el origen ecológico de sus alimentos.
4. Actitud trashcooking: “Comer todo de cabo a rabo”. Nada se tira. Reutilizar las sobras.
5. Tiendas especializadas en alimentos orgánicos: Acaban de nacer, pero cada vez será más común la presencia de tiendas especializadas en alimentos ecológicos
6. Bodas ecológicas: Hasta tu boda puedes plantearla con alimentos ecológicos, artesanía de la zona, ropa ecológica…
7. Suplementos deportivos ecológicos.
8. Tu propio huerta: Montar tu propio huerta ecológico es una opción que cada vez está más al alcance de todos. Cada vez son más los ayuntamientos y asociaciones que ofrecen estos espacios. Te compartimos esta nota para que puedas armar la tuya en tu casa o departamento.
9. Carrera orgánica.
10. ¿Qué es lo que más comes?: Si no puedes consumir todo ecológico, elije los alimentos que consumes más habitualmente y en mayor cantidad, como la fruta, la verdura, la leche, la soja, el pan, el arroz…
11. Orgánico online: Según donde vivas, la mejor opción y, a veces, la única, es realizar tus pedidos de alimentos ecológicos a tiendas eco a través de su página web.
Fuente: Sportlife
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