¿Alguna vez sentiste que querías dejarlo todo? Todos en la vida se han enfrentado a un momento en el que les ha pasado esto.
Si sentís que querés renunciar a tu trabajo o abandonar la universidad, o incluso renunciar a la dieta que comenzaste, tómate un tiempo para aclararte y hacete estas preguntas:
1. ¿Por qué te anotaste en esto en primer lugar?
Cuando llegues a este punto preguntate por qué querías hacer esto en primer lugar. ¿Estabas emocionada de hacer de este tu futuro? ¿Te apasiona? ¿Ha sido un gran interés en tu vida hasta ahora? Regresá al comienzo de la primera vez que empezaste a pensar en lo que sea que estás haciendo en este momento.
2. ¿Estás siendo demasiada apresurada para tomar una decisión?
Es normal sentirse inseguro sobre cosas nuevas. Hiciste un gran cambio en tu vida y parte de ti siempre querrá volver a lo que estás acostumbrado, a tu zona de confort. Es aquí cuando necesitas luchar a través de esas primeras etapas de duda y darle una oportunidad. Es difícil hacer un buen juicio sobre una nueva situación o entorno en los primeros días o semanas. Dale tiempo y vas a ver cómo cambian sus sentimientos.
3. Pensá en el resultado final
Imaginá tu vida cuando completes tu objetivo. Podrías terminar perdiendo ese peso, o completar ese título o subir ese peldaño en la escalera de trabajo o lo que sea que estés buscando. Imaginá tu futuro y cómo sería si decidís no renunciar. Si podés ver los resultados en tu cabeza, puede estimularte para seguir trabajando en ello. Si conduce a un futuro mejor y una mayor felicidad en la vida, entonces no te rindas.
4. ¿Para quién lo estás haciendo?
¿Estás haciendo esto para complacer a los demás? ¿Lo estás haciendo para cumplir los sueños de alguien más? La persona principal para la que deberías hacerlo sos vos misma. No tiene sentido seguir un sueño si no es el tuyo. Recordá que estás haciendo esto para tu futuro, no el de alguien más, y si éste no es el caso, entonces deberías reevaluar tus opciones y seguir tus verdaderos sueños.
5. Rodeate de motivación
Hay toneladas de personas que han querido renunciar en la vida, pero las que tienen éxito son las que no lo hicieron. Incluso si solo lees algunas citas inspiradoras o lees un libro de motivación para cambiar tu mentalidad, rodeate de positivismo y motivación y vas a volver a encender el impulso para triunfar dentro de vos.
6. Encontrá una solución a la razón por la que querés renunciar
Realmente pregúntate por qué querés dejarlo. ¿Es porque lo encontrás aburrido? ¿Estás muy cansada de trabajar en eso? ¿Necesitás un descanso? En vez de acoplarlos, buscá soluciones a los problemas. Tomate un descanso cuando lo necesites, encontrá la manera de hacerlo más interesante, hablá con alguien al respecto, etc. Una vez que llegues a la razón principal por la cual decidiste renunciar, concéntrate en cómo hacer las cosas mejor.
7. No dejes que un mal comienzo te desanime a terminar lo que empezaste
Es posible que hayas tenido un primer día horrible, pero eso no significa que debas juzgar el resto en función de eso. Las cosas mejorarán, lleva tiempo ajustarse a nuevos entornos. Es común entrar en modo de lucha o huida cuando estás en una situación insegura. Tratá de luchar contra esos sentimientos de querer rendirte y encontrá el poder para seguir adelante.
8. Creé en vos misma
Tan cursi como suena, ¡cree en ti mismo! Mira lo lejos que llegaste y todo lo que has logrado hasta ahora, sería una pena descartarlo todo debido a algunos sentimientos negativos. Vos tenés la fuerza para seguir trabajando duro y alcanzar tus objetivos, y así conseguir ese resultado final.
Es normal sentir deseos de abandonar cuando las cosas se ponen difíciles, es un mecanismo de respuesta natural. Seguí y terminá lo que empezaste recordando que no será así para siempre. Una vez que alcances tu objetivo final, te agradecerás mucho por quedarte con él.
Fuente: Waking up at noon
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