
- Elegí bien el restaurante. Si tenés oportunidad, elegí uno en el que se cocinen alimentos poco procesados, a la plancha y sin salsas.
- No llegues con hambre. Saltarte la comida anterior para restar algunas calorías no es una buena estrategia, puesto que te va a resultar mucho más difícil controlarte. Todo lo contrario, tené con normalidad las comidas anteriores y comé una fruta o un yogur aproximadamente una hora antes de llegar al restaurante.

- A la hora de pedir, elegí mejor un primero y un segundo que algo “al centro para picar”, puesto que te va a resultar más complicado elegir y tener conciencia de lo que vas comiendo.
- No te engañes. Muchas veces tranquilizamos nuestra conciencia pensado que no había ningún alimento saludable para elegir… pero casi siempre es posible pedir un primero de verduras o ensalada y un plato de pescado, carne o marisco a la plancha como segundo.
- Comé despacio, disfrutá de los sabores y de la compañía (si tenés). De este modo la experiencia resultará más satisfactoria y la sensación de saciedad llegará antes de que hayas devorado lo que no debes (tarda unos 20 minutos).
- Cuidado con las calorías líquidas. De nada sirve cuidar lo que comes si luego ingerís muchas calorías en forma de gaseosas o bebidas alcohólicas.
- Eligí una infusión con limón o canela para el postre. La fruta y el yogur natural son alimentos saludables, pero no es necesario tomarlos justo ahora que tenés el estómago lleno. Mejor dejalos para cuando vuelvas a tener hambre.

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