¿Por qué aunque te cuidas la piel mejor que nadie no conseguís tenerla perfecta? Existen hábitos y gestos que haces cada día y que, poco a poco, dañan tu piel… ¡Descubrí cuáles!
1. No paras de tocarte la cara
Las manos están en contacto permanente con superficies sucias. Si no te las lavas con frecuencia y te tocas la cara, imagina todas las bacterias y suciedad que estás aportando a tu rostro. Esta suciedad puede acumularse y favorecer la obstrucción de los poros, ocasionando un repentino brote de acné. Evita tocarte la cara a menudo y ten las manos siempre limpias.
2. No te desmaquillas
Al irte a dormir sin lavarte la cara haces que tu piel se resienta. Aunque no te maquilles, también tenes que limpiar tu piel de las impurezas y suciedad que se acumulan a lo largo del día. Después de la limpieza, usa un tónico que se adapte a tu tipo de piel.
3. Tomar mucho café
La cafeína es diurética y propicia que la piel se deshidrate y parezca apagada y sin brillo. Si queres lucir una piel joven, no tomes más de 2 cafés al día, y compensa este efecto comiendo fruta o verduras y bebiendo más agua.
4. Frotarte la cara
Al secarte la piel (sobre todo la de la cara), es muy importante que no la irrites frotando fuerte con la toalla. Hazlo con suaves toquecitos. Evita también eliminar las células muertas con un exfoliante demasiado «agresivo», mejor usar los que cuentan con grano muy fino o los enzimáticos (derivados de frutas tropicales y que no irritan la piel).
5. Lentes de contacto, mejor que los anteojos
Los gestos involuntarios que hacemos para mantener los anteojos en su sitio (fruncir el ceño, hacer movimientos con la nariz, etc.) pueden provocar arrugas. Si te son cómodas, utiliza mejor lentes de contacto.
6. Mucha azúcar
El exceso de azúcar se une a las proteínas de la piel y las daña, provocando o agravando la flacidez. Evita la repostería, los cereales refinados o los jugos envasados, y opta por su versión casera o integral.
7. Ojo con la funda de la almohada
Esta absorbe la grasa, las células muertas y los microorganismos de la piel y el cabello, por lo que mantener la funda de almohada limpia es esencial. Es más importante aún si padeces de piel con acné y/o pelo graso. Es mejor que la cambies dos veces a la semana.
8. No te pegues tanto al celular
¿Sabías que hay más suciedad en un teléfono móvil que en la suela de un zapato o en un lavabo? Partiendo de esta base, no pegues tanto tu móvil a la cara. Según un estudio de la Universidad de Stanford (EE. UU.), el celular puede tener hasta 18 veces más bacterias que un cuarto de baño, por lo que si quieres evitar que te aparezcan puntos negros, utiliza el manos libres y limpia tu móvil a menudo.
9. Los focos de LED envejecen
Según un estudio de la revista British Journal of Dermatology, los focos LED emiten rayos ultravioleta que, a menos de 20 cm, pueden atravesar la piel y producir fotoenvejecimiento, así que mantén distancia de este tipo de luz.
10. Te pones demasiada crema
O nos pasamos, o nos quedamos cortas. Si te pasas, podes obstruir la piel y conseguir el efecto contrario. Además, en el caso del contorno de ojos por ejemplo, si utilizas una que sea muy untuosa, podes provocar que aparezcan granitos blancos de grasa o bolsas en esa zona. Puede incluso que no estés utilizando la crema adecuada para tu tipo de piel.
11. Cuidado con las duchas muy calientes
El calor dilata los capilares –favorece la cuperosis y las varices– y debilita el manto protector de la piel. Toma duchas cortas con agua templada y utiliza leche corporal hidratante para compensar la pérdida de lípidos.
12. Tomar mucha leche puede provocar acné
Vigila el consumo de lácteos, sobre todo si tienes la piel grasa. Algunos estudios han demostrado que la leche tiene sus propias hormonas y factores de crecimiento, que se absorben, pasan a la sangre y pueden causar acné. Puedes reducir el consumo de productos lácteos y obtener el calcio de verduras de hoja verde (acelga, escarola, espinaca) y del tofu.
13. Te encanta sacarte los granitos
Esta manía es malísima para tu piel. Lo que en realidad estás haciendo es liberar las bacterias del fondo del grano, provocando así que el acné se extienda. Si abusas de este mal hábito, lo único que conseguirás es que en la zona aparezcan manchas oscuras e incluso cicatrices.
14. Comer mal afecta tu piel
Así es. Si pensas que comer bocadillos, snacks, fritos o platos precocinados solo va a afectar a tu línea, estás muy equivocada. Estos alimentos hacen que tu digestión sea más pesada y que se produzcan trastornos hepáticos o intestinales que se acaban reflejando en tu piel. Piensa que el intestino y el hígado son órganos depurativos y si están saturados, el cuerpo se “limpia” a través de la piel.
15. El flequillo
Además de ser algo incontrolable y gastar un buen rato en domarlo, el flequillo (sobre todo si tienes la piel o el pelo graso) favorece la aparición de granitos en la frente. Intenta llevarlo largo para que te resulte más fácil apartarlo de la cara.
Fuente: Clara
Opinar